miércoles, 25 de mayo de 2011

Sulfas

Historia 

Hablar de las sulfamidas, implica hablar de la quimioterapia, cuya historia nos lleva al año 1909, cuando se usó por primera vez dicho término, de manos de Paul Ehrlich . Así definimos la quimioterapia como un tratamiento de enfermedades con reactivos químicos. Se necesita que dichos reactivos no sean de tipo tóxico para el paciente sometido al tratamiento, pero que si sean tóxicos para el organismo patológico en cuestión, pues dicho tratamiento no sería de utilidad si empeorara envenenando al paciente, a pesar de curar la enfermedad inicial.

Paul Ehrlich 
En torno a 1932, una empresa alemana, que se dedicaba a la fabricación de tintes, sacó al mercado la patente de un nuevo fármaco, al que bautizó como “prontosil”. Dicho fármaco, fue inicialmente un colorante, pues se fabrico con la intención de ser un tinte, y fue después cuando se vieron sus claras acciones antibacterianas. Así, tras un estudio sobre la eficacia real de dicho producto en cuanto al crecimiento bacteriano se refería, se inició a utilizar contra infecciones de la sangre. Más tarde se afirmó que era útil para curar numerosas infecciones, provocadas por un gran número diferente de bacterias. Este hecho abrió la veda para el amplio campo de la quimioterapia.

El prontosil, es una sustancia que debe ser utilizada in vivo, pues es así como es efectiva. Alrededor del año 1935, en el Instituto Pasteur de París, se realizaron una serie de investigaciones donde se comprobó que el prontosil era metabolizado por los animales, convirtiéndolo en sulfanilamida, una sustancia que se conocía ya desde 1908. 


¿Que son las sulfas?
Las sulfonamidas o sulfas fueron las primeras sustancias químicas que se utilizaron para curar y prevenir las infecciones bacterianas en el humano. Les caracteriza compartir una estructura química similar al ácido para-amino-benzoico (PABA) ya que Importa el grupo amino libre en posición 4 pues se relaciona con su actividad. Las sustituciones a nivel del radical sulfonilo modifican las características farmacocinéticas, pero no la actividad antibacteriana. Las sustituciones en el grupo amino en posición 4 dan compuestos de menor absorción intestinal.

De los más de 5000 productos de esta familia desarrollados por los investigadores, solo 20 se utilizan hoy en día de manera efectiva pues los gérmenes se han hecho resistentes a ellasEn ocasiones estas pueden provocar alergias, sino se toman con su debidas instrucciones, hay personas que al consumir sulfas su cuerpo comienza a llenarse de ronchas por lo mismo de que son alérgicas a este tipo de medicamento.




Tipos 

Existen sulfonamidas que se absorben por vía digestiva y otras que no. Las que se absorban por via oral lo hacen con rapidez, a nivel del estómago e intestino delgado y en alta proporción (70 a 90%).

La distribución es amplia en los diferentes territorios orgánicos, alcanzando concentraciones terapéuticas en plasma, líquido cefalorraquídeo, sinovial y peritoneal. Ello está en relación con la fijación a las proteínas plasmáticas y su liposolubilidad. Atraviesan la barrera placentaria y se observan en la sangre fetal y líquido amniótico, pudiendo producir efectos tóxicos. Atraviesan bien la barrera hematoencefálica. 

Las sulfonamidas tópicas pueden ser absorbidas y alcanzar niveles sanguíneos detectables.
Se metabolizan parcialmente a nivel hepático por acetilación y glucuronidación. Los metabolitos no tienen actividad antibacteriana. En una alta proporción se eliminan por la orina (principalmente por filtración glomerular), en parte como droga libre y otra parte metabolizada. La alcalinización de la orina favorece la eliminación. Su acidificación puede causar precipitados con depósito y eventual obstrucción de la vía urinaria.

En caso de disfunción renal la dosis y la frecuencia de las tomas deben adaptarse al grado de la misma. 
Sus características farmacocinéticas permiten clasificarlas en: 
a) Absorbibles de acción corta o intermedia: sulfadiazina, sulfametoxazol, sulfisoxazol, sulfametizol.
b) Absorbibles de acción prolongada. De larga vida media. Su uso fue limitado por el potencial riesgo de producir reacciones de hipersensibilidad. Como ejemplo se menciona la sulfametoxipiridazina
c) No absorbibles. Tienen acción tópica a nivel de la luz intestinal o cutánea. Son:
- Sulfadiazina argéntica, de uso dermatológico, con capacidad de penetrar a través de éscaras y quemaduras infectadas incluso profundas. Actúa principalmente como vehículo para la liberación de iones de plata con efecto antibacteriano. Activa frente a gérmenes grampositivos y gramnegativos, así como a Candida albicans.
- Ftalilsulfatiazol, antiséptico intestinal, para el preoperatorio de cirugía de colon, encefalopatía hepática y diarrea infecciosa.
- Sulfasalazina, con acción antiinflamatoria e inmunosupresora. De uso en colopatías inflamatorias (CUC y enfermedad de Crohn) y artritis reumatoidea. Pueden detectarse niveles significativos de este agente en la sangre.

Se emplea principalmente para combatir:
Acciones farmacológicas 

Las sulfamidas actuan contra bacterias grampositivas y gramnegativas.

Los microorganismos más sensibles son:

  • Chlamydia trachomatis  (clamidia)
  • Haemophilus influenzae (influenza)
  • Nocardia asteroides (colonias amarillas)
  • Sptreptococcus pyogenes (faringitis)
  • Mycobacterium leprae (lepra)
  • Histoplasma capsulatum (histoplamosis)
  • Paracoccicoides brasiliensis (micosis)


Mecanismos de resistencia 
La resistencia a las sulfonamidas está muy extendida, tanto para gérmenes comunitarios como nosocomiales.
Los microorganismos desarrollan resistencia por mecanismos que pueden ser de naturaleza cromosómica o extracromosómica. 
- Cromosómica: A través de mutaciones que producen un cambio en las enzimas de lo que resulta una disminución de afinidad por las sulfas, o aumentando la producción de PABA lo que neutraliza la competencia de las sulfas. 
- Extracromosómica: La producción de una enzima dihidripteroato sintetasa alterada, que es 1.000 veces menos sensible a la droga, es el principal mecanismo de resistencia a sulfonamidas.

Efectos tóxicos y secundarios

a) Reacciones de hipersensibilidad: A nivel cutáneo se observan desde eritemas leves a dermatitis necrotizante, eritema multiforme, sindrome de Steven Johnson. Otras reacciones son: vasculitis y reacciones sistémicas de tipo anafilaxia severa. 
b) Trastornos digestivos: náuseas, vómitos, diarrea.

c) Alteraciones hematológicas: anemia hemolítica en pacientes con déficit de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa., anemia megaloblástica (por su acción antifólica), aplasia medular.
d) Trastornos hepáticos: desde alteraciones leves a necrosis hepatocítica.
e) Alteraciones renales: obstrucción de la vía urinaria
f) No deben usarse en el último mes de embarazo, por el riesgo de kernícterus.

Contraindicaciones
  • Ultimo trimestre de embarazo. Pueden desencadenar kernícterus al competir con la bilirrubina      por su unión a la albúmina plasmática.
  • Durante la lactancia
  • Primeros meses de vida
  • Alteraciones hepatocíticas, renales, discracias sanguíneas, sindrome de mala absorción      (contraindicaciones relativas)

Bibliografía 

martes, 24 de mayo de 2011

Antibióticos

Historia

Los antibióticos tienen sus orígenes desde que el escocés Alexander Fleming observó, en 1928, la inhibición del crecimiento bacteriano en un cultivo que, casualmente, estaba contaminado por hongos. Dedujo que el hongo producía una sustancia que impedía la vida de la bacteria, un antibiótico, y teniendo en cuenta que ese hongo pertenecía al género penicillium, denominó a la sustancia inhibidora penicilina.

Alenxander Fleming 
 Sin embargo, hasta 1941, no se comenzó la producción a gran escala de la penicilina. Desde entonces, hasta 1970, se vivió una auténtica "época dorada" de los antibióticos, en la que se investigaron un gran número de compuestos altamente eficaces frente a los patógenos habituales y se desarrollaron la mayoría de las familias de antibióticos que hoy conocemos. El empleo masivo de estas sustancias ha proporcionado resultados espectaculares en el tratamiento de muchas enfermedades. Pero, el uso frecuente y, sobre todo, el abuso, han conducido al desarrollo de resistencias bacterianas.

¿Qué es un antibiótico?

Los antibióticos (AB) son compuestos relativamente sencillos, producidos por bacterias u hongos que atacan específicamente a las bacterias. Interfieren en algún paso del metabolismo donde encuentran un blanco adecuado. Desde el descubrimiento de la penicilina, se han descubierto una docena de nuevos tipos de AB y optimizado o sintetizado cerca de una centena. Sin embargo, su eficacia se ha visto alterada por su uso excesivo o incorrecto, que conduce a la aparición y diseminación de bacterias resistentes (ABR). Estas ABR actúan impidiendo el ingreso, modificando o inactivando la droga, modificando al blanco, o activando los sistemas de enflujo. 

Algunas enfermedades que atacan son: 
  •     gripe 
  •     laringitis
  •     resfriado 
  •     varicela 
  •     amigdalitis 
  •     neumonía 
  •     faringitis 
  •     candidiasis


Algunos antibióticos muy conocidos son: la penicilina, tetraciclina, estreptomicina, cloranfenicol y las sulfas o sulfonamidas.

Los antibióticos pueden ser tópicos (aplicados en la superficie de la piel), orales (se ingieren para su absorción posterior en el intestino), y parenteral: (por inyección intramuscular o intravenosa, para una absorción rápida).

Hay muchos tipos de antibióticos, y cada tipo se vende bajo varias 'marcas' o nombres comerciales. Esto puede causar gran confusión. Pero los antibióticos más importantes pertenecen a unos pocos grupos principales: 

Antibiótico                                                     Ejemplo de marcas 

Penicilinas                                                     Penprocilina
Ampicilinas                                                    Penbritín 
Tetraciclinas                                                  Terramicina 
Sulfonamidas                                                 Sulfadiazina 
Cloranfenicol                                                  Cloromycetín
Eritromicina                                                   llosone 
Cefalosporina                                                 Keflex 

Si tiene un antibiótico con marca y no sabe de que grupo es, lea las letras más chicas que aparecen en el frasco o caja y en todo caso nunca use un antibiótico sin saber a qué grupo pertenece, cuales enfermedades combate y las precauciones que debe tomar para usarlo sin peligro.
Características de algunos antibióticos 

Las penicilinas


Son el grupo más antiguo y seguro de antibióticos. Son antibióticos bactericidas que inhiben la formación de la pared celular. Existen cuatro tipos: las penicilinas-G de espectro restringido, la ampicilina y derivados, las penicilinas resistentes a la penicilina y las penicilinas antipseudomonas. Las penicilinas-G son eficaces contra estreptococos gram-positivos, estafilococos, enterococos y meningococos: se emplean en el tratamiento de la sífilis, gonorrea, meningitis, ántrax y el pián. La penicilina V se utiliza en el tratamiento de las infecciones respiratorias.

Las penicilinas antipseudomonas permiten el tratamiento de las infecciones provocadas por la bacteria gram-negativa Pseudomonas, que es una bacteria frecuente en la flora hospitalaria. 

Las penicilinas antipseudomonas se pueden administrar de forma profiláctica a los pacientes con una alteración del sistema inmunológico que tienen una susceptibilidad incrementada a las infecciones por gram-negativos.

La ampicilina y la amoxicilina

Tienen un rango de acción similar a la penicilina-G, con un espectro de acción algo mayor, que incluye a las bacterias gram-negativas. La ampicilina y derivados, son eficaces frente a la fiebre tifoidea, bronquitis, infecciones del  tracto urinario, neumonía, meningitis y bacteriemia. Las penicilinas resistentes a la penicilina son efectivas frente a las bacterias que han desarrollado resistencia a la penicilina G. 

Las cefalosporinas 


Tienen, como las penicilinas, un anillo betalactámico que interfiere con la síntesis de la pared celular bacteriana y son también antibióticos bactericidas. Son más eficaces que la penicilina frente a los bacilos gram-negativos, e igual de eficaces frente a los cocos gram-positivos. Las cefalosporinas se emplean en el tratamiento de la mayor parte de las meningitis, y como profilaxis en cirugía ortopédica, abdominal y pélvica. A pesar de ser en general más costosas que las penicilinas, se emplean con frecuencia debido a su amplio margen de seguridad. 

Las tetraciclinas 

Son antibióticos bacteriostáticos que inhiben la síntesis de proteínas bacterianas, además de amplio espectro eficaces frente a cepas de estreptococos, bacilos gram-negativos, las bacterias del género Rickettsia (producen el tifus) y espiroquetas (producen la sífilis). Se emplean también en el tratamiento del acné, las infecciones del tracto urinario, las bronquitis y la enfermedad de Lyme. Debido a su amplio espectro, pueden, en ocasiones, alterar el equilibrio de la flora bacteriana interna que normalmente es controlada por el sistema inmunológico del organismo.

Las sulfonamidas 

Son antibióticos bacteriostáticos sintéticos de amplio espectro, eficaces contra la mayor parte de bacterias gram-positivas y muchas bacterias gram-negativas. Sin embargo, la aparición de resistencias entre las bacterias gram-negativas a las sulfonamidas, hacen que estos antibióticos se empleen hoy en día en situaciones muy concretas, como el tratamiento de las infecciones del tracto urinario, contra ciertas cepas de meningococo, o como profilaxis de la fiebre reumática.

Producción

El proceso de elaboración de un nuevo antibiótico es largo y costoso. Primero debe identificarse el organismo productor del antibiótico, y el antibiótico debe probarse frente a una amplia variedad de especies bacterianas. A continuación el microorganismo debe cultivarse a gran escala para permitir la purificación y el análisis químico del antibiótico y para diferenciarlo de otros antibióticos. Cuando el antibiótico ha demostrado su eficacia en el  tratamiento de infecciones en animales, se puede iniciar su preparación a gran escala.
En el proceso de comercialización se requiere un método de purificación económico y productivo. Se realiza una intensa labor investigadora para aumentar la productividad seleccionando cepas mejoradas del microorganismo o cambiando el medio de cultivo. 


¿Cómo deben tomarse los antibióticos? 

Siempre con el mismo intervalo de horas hasta el final del tratamiento. Para que sea eficaz es necesario que se mantenga un nivel de antibiótico en sangre y, para ello, es fundamental que el número de horas, entre tomas, sea estrictamente constante. Pueden ser 6, 8, 12  e incluso, 24 horas.

Existe un comportamiento generalizado de tomarse los antibióticos junto con las comidas (los de tres tomas) o al levantarse y al acostarse (los de cada doce horas), lo que da lugar a intervalos de dosificación incorrectos y que no se alcance el nivel de antibiótico necesario. Además:
  • Si nos pasamos del número de horas entre tomas, el nivel de antibiótico será menor del necesario, lo que puede provocarnos una recaída.
  • Si lo tomamos cada menos tiempo estamos aumentando la cantidad de antibiótico en nuestro cuerpo y pueden aparecer los nada deseados efectos adversos, como alergias, náuseas, diarreas, vómitos...
En ambas situaciones estaríamos favoreciendo la aparición de bacterias resistentes. 

Recomendaciones para el uso de todos los antibioticos 
  • Si no sabe exactamente corno usar un antibiótico y para que infecciones sirve, no lo use.
  • Solo use el antibiótico indicado para la infecci6n que tenga.
  • Entérese de 1os riesgos de usar el antibiótico y tome todas las precauciones debidas 
  • Solo use el antibiótico en la dosis recornendada, esto depende de la enfermedad y la edad o peso del enfermo.
  • Nunca use inyecciones de antibióticos si la misma medicina tomada sirve igual, solo cuando sea absolutamente necesario.
  • Siga usando el antibiótico hasta que la enfermedad se termine por completo, o por lo rnenos durante 2 días. Siga las instrucciones para cada enfermedad.
  • Si el antibiótico causa ronchas, comezón, dificultad para respirar o cualquier reacción grave, deje de usarlo
  • Solo use antibióticos cuando sea realmente necesario.  
Recomendaciones para el uso de ciertos antibióticos 
  •  Antes de inyectar penicilina o ampicilina, siernpre tenga listas unas ampolletas de Adrenalina (epinefrina) para controlar una posible reacci6n alérgica.
  • Para las personas que sean alérgicas a la penicilina, use otro antibiótico como eritromicina o una sulfa .
  • No use tetraciclina, arnpicilina u otro antibiótico de alcance amplio para una enferrnedad que probablemente puede ser controlada con penicilina u otro antibiótico de alcance reducido.
  • Por regla general, use cloranfenicol sólo para ciertas enfermedades que sean graves o amenacen la vida, como la tifoidea, ya que es un medicamento muy fuerte.
  • Nunca inyecte tetraciclina ni cloranfenicol. 
  • No dé tetraciclina a las rnujeres ernbarazadas, ni a niños menores de 8 años. Puede dañar dientes y huesos nuevos

¿Qué hacer si un antibiótico parece no servir?

Para la rnayoría de las infecciones cornunes, los antibióticos ernpiezan a hacer efecto en 1 a 2 dias. Si el antibiótico parece no servir, es posible que:
  •  La enferrnedad no es lo que usted cree. Quizás está usando la rnedicina incorrecta. 
  •  La dosis del antibiótico no es la correcta. 
  •  Las bacterias se han vuelto resistentes a ese antibiótico.
  •  Quizá usted no tenga suficiente experiencia para curar la enferrnedad.

La importancia del uso limitado de antibióticos 

El uso de todas las medicinas debe ser limitado y sobre todo el de los antibióticos, por las siguientes razones:
  • Envenenamiento y reacciones. Los antibióticos no solo matan a las bacterias, sino que también pueden dañar el cuerpo, envenenándolo o causando reacciones alérgicas.
  • Afectan el equilibrio natural. No todas las bacterias en el cuerpo son dañinas. Algunas son necesarias para que el cuerpo funcione normalmente. A rnenudo, los antibióticos matan a las bacterias buenas junto con las malas. Con ello puede provocar un cambio en el organismo.
  • Resistencia al tratamiento. A la larga, la razón mas importante para el uso limitado de antibióticos es que cuando se usan bastante, se hacen menos eficaces. Cuando las bacterias son atacadas muchas veces por el mismo antibiótico, se hacen más fuertes y la medicina ya no las mata, por lo que se vuelven resistentes al antibiótico.

Las resistencias bacterianas

Las bacterias tienen una capacidad de división muy eficiente: dependiendo de las condiciones y del medio pueden dividirse en 20 min o hasta cada 100 días y más. En los procesos infecciosos, las bacterias se encuentran en activa división y se pueden contar hasta 109/ml. Estas dos condiciones hacen que se encuentren en el mejor escenario para que los mecanismos de variación genética operen eficientemente. Mutaciones en el genoma del huésped o en algún elemento asociado (plásmido, profago, etc.) eliminan la capacidad de transportar al AB, destruyen u modifican al AB, lo expulsan de la célula, o bien modifican al blanco.


Durante bastantes años la utilización de los antibióticos se llevó a cabo de una manera indiscriminada, sin prestar demasiada atención a las indicaciones o a las pautas de administración. No se tuvo en cuenta que las bacterias son seres vivos, con enorme capacidad de adaptación a circunstancias adversas. 

Por un proceso de selección natural sobreviven las que son capaces de resistir al antibiótico, y esta capacidad de resistencia pasa de una generación a otra, desarrollando resistencias bacterianas que hacen que el antibiótico deje de ser eficaz.